Se considera que el timbre es a la música lo que el color es a la pintura.

Hace más de trescientos años que físicos, matemáticos, músicos y pintores han ido relacionando colores con notas musicales. Las relaciones entre color y música propuestas han consistido en comparar una sucesión de notas musicales con una sucesión de tonos de color.

El cerebro humano está diseñado para establecer conexiones entre la música y el color, en función de cómo nos hacen sentir las melodías: alegres con tonos cálidos y vivos, y tristes con tonos oscuros.

En Betovi nos gusta disfrutar de la música en todos los sentidos. Y hablando de sentidos, nuestro Espacio está diseñado para percibir todas las armonías y hacer sentir que estamos en un sitio donde la música nos lleva a otra dimensión y en una atmósfera especial donde la sonoridad de la música y los colores nos hacen fluir.

Cada aula tiene un color, relacionado con una experiencia, una sensación, una vivencia, una forma de aprender y de estimular la percepción musical.

Amarillo, es el color de la alegría, el optimismo y la energía. Representa inteligencia, originalidad y alegría.

Rojo, el color de la vitalidad, la ambición y la pasión. Aporta también confianza en sí mismo, coraje, valentía y una actitud optimista ante la vida.

Naranja, actúa como estimulante de las personas tristes o tímidas. Evoca la tranquilidad, la calidez, la comodidad, la seguridad y la diversión. Simboliza entusiasmo y exaltación.

Verde, es un color relajante y refrescante que induce a quien lo contempla sensaciones de serenidad y armonía. Proporciona una sensación de tranquilidad y seguridad.

Azul, representa estabilidad. Favorece los estados de relajación y concentración. También favorece la creatividad y la cordialidad, así como al entendimiento entre personas.

«La música es una forma de soñar juntos y de ir a otra dimensión»

Cecilia Bartoli